lunes, 22 de febrero de 2010
A la OEA le salió competencia. La Unión de América Latina y el Caribe, como podría llamarse la nueva instancia regional que derivará del Grupo de Río y que reúne a 33 países -excluye explícitamente a EEUU y Canadá-, está pronta a tomar forma en la Riviera Maya de México, hasta donde han llegado los cancilleres y jefes de Estado para, entre otras cosas, redefinir la integración de este bloque en la globalización, resolver algunos conflictos de sus socios y establecer un plan de ayuda a Haití. No es una cumbre más, ésta tiene un sello fundacional.
En el Hotel Grand Velas Riviera Maya, el debate de los gobernantes del Grupo de Río y los quince del Caribe estará centrado en la transformación de este mecanismo de consulta y concertación política en una nueva Unión Latinoamericana, paralela a la OEA y sin la presencia de EEUU y Canadá, en la búsqueda de lograr una mayor gravitación en la ONU y en sus relaciones con los países del norte y la Unión Europea. La meta es ambiciosa.
Por cierto, en las cancillerías de los países involucrados hay dudas sobre la iniciativa. La propia Cancillería mexicana admitió que hay opiniones que alertan sobre la conveniencia de estructurar un bloque que podría ser visto “con reservas” por Washington.
Pero es una idea mayoritaria que éste es el momento más propicio, luego que el propio Presidente Barack Obama declarara que EEUU debe establecer una nueva relación con América Latina, postergada en la agenda de George Bush que priorizó por la “guerra contra el terrorismo”.
Durante este fin de semana y encerrados en el hotel, los cancilleres negociaban la declaración en que serán delineados los pasos del proceso de transformación del Grupo de Río, creado en 1986 en Río de Janeiro por ocho países y cuyo antecedente inmediato era el Grupo de Contadora” formado en 1983 para buscar la paz en Centroamérica, que en ese momento era asolada por guerras civiles en Nicaragua, El Salvador y Guatemala. La declaración final llevará el sugerente título de Cumbre de la Unidad.
A la Cumbre en la Riviera Maya llegarán los gobernantes y representantes de Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guayana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, así como la Comunidad del Caribe o Caricom, integrada a su vez por 27 países de la región.
El único Mandatario que no fue invitado a la cita es el Presidente de Honduras Porfirio Lobo, cuyo país fue suspendido de la OEA el año pasado, luego del golpe de Estado de junio que derrocó a Manuel Zelaya.
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