martes, 15 de abril de 2008
La TNE es un fraude. Sí, un fraude, porque sin la modificación de los decretos 20 y 45 no existe posibilidad de manejar los abusos tarifarios del empresariado microbusero. Cabe mencionar que estamos hablando de "decretos supremos", es decir, reformas que provienen unilateralmente del poder ejecutivo, que son posibles de hacer con la voluntad de nuestra querida, pero tan errática Presidenta.
La regionalización de esta problemática es conducente a que esta supuesta Tarjeta Nacional Estudiantil no lo sea realmente. El problemita, ha pasado de manos del gobierno a la JUNAEB, y ahora dicho organismo está negociando con el empresariado, es decir, en la V Región, con Reinaldo Sánchez. Nosotros, el estudiantado, nos negamos a negociar con los empresarios. Y resulta que la JUNAEB lo hace.
El día de mañana, miércoles 16 de abril, subirán la tarifa escolar a 210 pesos y 300 al interior. Lo que se traduce en un gasto diario mínimo por estudiante de la región de 420 pesos diarios y a uno del interior 600.
Sumado a esto, tomando las palabras del ministro de hacienda, Andrés Velasco, en el programa del canal Chilevisión: "Toleracia Cero", la noche del pasado domingo: "La situación de la economía internacional es delicada", es que nosotros expresamos nuestro más profundo repudio al abandono en que se encuentran la Educación y Salud Públicas en nuestro país (o lo que queda de ser nuestro y que no es de los yanquis ni de los españoles) ya que contamos cada día más y mayores alzas en cuanto a nuestras necesidades básicas y ninguna mediocre mejora en los salarios de las personas. Todo esto, según el discurso de quienes le hacen de voceros al empresariado (el actual Gobierno de Chile) apoyados en la resesión que vive hoy la economía del imperio estadounidense.
Interpelamos a la opinión pública y los sectores más progresistas del gobierno a poner en duda el modelo de educación superior que nos dejó la dictadura militar. Les recordamos que hemos vivido bajo los designios del demonio derechista autoritario Jaime Guzmán hace ya poco menos de 18 años, y que nuestra educación, país y economía necesitan un cambio.
Incluímos dentro de este debate también las promesas de Michelle Bachelet, del cambio o reforma al excluyente sistema binominal. Añoramos un país más justo y solidario como la Presidenta, la diferencia entre nosotros y ella, es que por nuestra parte haríamos las reformas prometidas y no nos quedaríamos para siempre en el discurso.
El año 2006, la Presidenta prometió en cadena nacional, ante la convulsión que generó el movimiento estudiantil secundario y universitario: "la tarifa escolar tendrá vigencia las 24 horas del día los 365 días del año". Este verano fué más de un mes que en Santiago el pase escolar no tuvo vigencia y en regiones, parecemos no estar bajo el mismo gobierno que el de la capital, puesto que estas disposiciones horarias se cumplen solo allí, donde se concentra la economía, los medios de comunicación y la opinión pública.
La regionalización de esta problemática es conducente a que esta supuesta Tarjeta Nacional Estudiantil no lo sea realmente. El problemita, ha pasado de manos del gobierno a la JUNAEB, y ahora dicho organismo está negociando con el empresariado, es decir, en la V Región, con Reinaldo Sánchez. Nosotros, el estudiantado, nos negamos a negociar con los empresarios. Y resulta que la JUNAEB lo hace.
El día de mañana, miércoles 16 de abril, subirán la tarifa escolar a 210 pesos y 300 al interior. Lo que se traduce en un gasto diario mínimo por estudiante de la región de 420 pesos diarios y a uno del interior 600.
Sumado a esto, tomando las palabras del ministro de hacienda, Andrés Velasco, en el programa del canal Chilevisión: "Toleracia Cero", la noche del pasado domingo: "La situación de la economía internacional es delicada", es que nosotros expresamos nuestro más profundo repudio al abandono en que se encuentran la Educación y Salud Públicas en nuestro país (o lo que queda de ser nuestro y que no es de los yanquis ni de los españoles) ya que contamos cada día más y mayores alzas en cuanto a nuestras necesidades básicas y ninguna mediocre mejora en los salarios de las personas. Todo esto, según el discurso de quienes le hacen de voceros al empresariado (el actual Gobierno de Chile) apoyados en la resesión que vive hoy la economía del imperio estadounidense.
Interpelamos a la opinión pública y los sectores más progresistas del gobierno a poner en duda el modelo de educación superior que nos dejó la dictadura militar. Les recordamos que hemos vivido bajo los designios del demonio derechista autoritario Jaime Guzmán hace ya poco menos de 18 años, y que nuestra educación, país y economía necesitan un cambio.
Incluímos dentro de este debate también las promesas de Michelle Bachelet, del cambio o reforma al excluyente sistema binominal. Añoramos un país más justo y solidario como la Presidenta, la diferencia entre nosotros y ella, es que por nuestra parte haríamos las reformas prometidas y no nos quedaríamos para siempre en el discurso.
El año 2006, la Presidenta prometió en cadena nacional, ante la convulsión que generó el movimiento estudiantil secundario y universitario: "la tarifa escolar tendrá vigencia las 24 horas del día los 365 días del año". Este verano fué más de un mes que en Santiago el pase escolar no tuvo vigencia y en regiones, parecemos no estar bajo el mismo gobierno que el de la capital, puesto que estas disposiciones horarias se cumplen solo allí, donde se concentra la economía, los medios de comunicación y la opinión pública.
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